viernes, 3 de enero de 2014

EL BUEN USO DEL DICCIONARIO

     
     
     No quiere uno hacerse el interesante, poniendo verde a las nuevas tecnologías, dándoles una colleja de vez en cuando, haciéndose el viejo y esencial romántico, pero hoy querría defender al diccionario detodalavida.

     Estás leyendo un libro, tienes el ordenador encendido, pongamos que con música de youtube, pongamos que de Juan Crisóstomo Arriaga (compañero fiel de muchas lecturas, sobre todo barojianas), y de repente aparece en el texto una palabra que no entiendes... tecleas en google RAE, tecleas la palabra y ¡chas! ahí está, mírala, mírala. Y sin embargo hoy, leyendo a Dragó, ha aparecido la palabra solitario, no utilizada con la acepción que yo conocía (solo, sin compañía; retirado, que ama la soledad), sino con otra bien distinta. No era difícil colegir su significado por la frase donde iba insertada. Pero quería buscarla: tenía el ordenador encendido, listo para buscar en la RAE... cuando he mirado a la estantería y he visto el Pequeño Espasa, edición del '88, diccionario enciclopédico maravilloso. 
     Y me ha pasado una cosa que me ocurre siempre que busco en un diccionario de papel, y que me sucede también cuando voy a comprar algún libro en concreto: que acabo picando en otras palabras, en otros libros.
     Al llegar a la página que traía la palabra solitario, me he encontrado felizmente con tres fotos, que también me han interesado aunque no fuese yo al Espasa buscándolas. Pero ahí estaban, y ya te demoras en ellas: 
     La primera mostraba el cuadro "Los payasos" del pintor José Gutiérrez Solana. Pintor que me encantó cuando lo descubrí en el Museo Reina Sofía de Madrid, pero que profundicé en él cuando leí en Trapiello aspectos que de él desconocía, como por ejemplo que era escritor. Y siempre estaré agradecido a Trapiello, disfruté mucho con los libros de Solana La España negra y Dos pueblos de Castilla.
     La segunda foto del Espasa alegra mucho la vista en el diccionario con unas Petunias rojas, plantas solanáceas, palabras que rezan bajo la imagen. 
      Y la tercera y última llena de solemnidad y sabiduría el papel, pues corresponde a un busto de Solón, busto que se halla en el Museo Nacional de Nápoles. No está demás que escriba aquí algo de lo que trae el Espasa sobre este legislador griego (Atenas, 640 - Chipre, 558 a. de C.), algunas cosas que hizo: promulgó una constitución, suprimió los privilegios de la nobleza; y también fue poeta.

     Está claro que hemos salido ganando con el Pequeño Espasa del '88. 
   Para despedir la entrada del blog, acudiremos sin embargo a internet, para buscar una poesía de Solón, que no se desprecia desde esta página a lo que nos sustenta, las TIC, tengamos coherencia. (Qué lucidez hay en la poesía de Solón, parece hecha para nuestros tiempos ¿modernos?):

De la riqueza no hay término alguno fijado a los hombres;
pues ahora entre nosotros el que más bienes tiene
el doble se afana. ¿Quién puede saciarlos a todos?
                                                                       Sólon de Atenas 
Texto extraído de la siguiente dirección: 

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