jueves, 2 de enero de 2014

CERO CATORCE

   


     Lo vi y me gustó. Eso de enumerar los años desde el dosmil omitiendo el número 2, como si hubiéramos puesto el contador a cero. Es una trampa, pues nos quitamos años los que hemos nacido antes del dosmil, pero hay algo de adelgazador de tiempo que me llamó la atención. Puede parecer también una pérdida de respeto a la Historia, nuestra Historia: si quitas dosmil años es como vivir sin pasado y es ahí donde entra lo complejo y lo interesante del asunto, que a uno le encanta la Historia. O sea que no, que no es eso.
     Para abreviar el cuento: comprendemos nuestra Historia, comprendemos nuestra vida, pero hay que hacer un esfuerzo por desprenderse de lastres que ya no hagan falta. Como no sé si he sido claro, y aunque este foro no lo lea ni Perry, intentaré decir como mejor sepa que, esos lastres pueden ser maneras de vivir, de actuar (qué verbo más retorcido y emocionante, actuar) que requieran un esfuerzo, incluso sacrificios, y que entonces la palabra lastre no es dejarse, sino todo lo contrario o ni eso.
     Bienvenido dos mil catorce, gracias por dejarme entrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario