domingo, 10 de enero de 2016

Película 07 LA MIEL




          REPARTO, PERSONAJES PRINCIPALES

     Don Agustín (José Luis López Vázquez): Vive con su hermana y trabaja como seglar en un colegio religioso, en la película no queda muy claro si sale del seminario por que le gustaban mucho las mujeres o porque debía irse a vivir con su hermana con motivo de quedarse viuda. Borda el personaje, aunque aclaro que a mí el gesto ese un poco exagerado de López Vázquez casi nunca me ha molestado. 

     Inés (Jane Birkin): No sé cómo no hizo más películas junto con López Vázquez, es una mezcla genial. Lo más fácil sería decir que es como juntar a Torrente con una tía buena; es un poco simple pensar así, pero es más fácil eso que buscar matices de ambos personajes, porque ni López Vázquez llega al demasiado evidente personaje ramplón, ni Birkin es la rubia despampanante sin cerebro; muy al contrario: es una señorita afrancesada, una cocotte elegante, valga la redundancia. Hay otras sensibilidades y un humor más fino que el burdo de la saga de Santiago Segura.
     
     Paco, Paquito (Jorge Sanz): Es la primera película de Jorge Sanz, y es muy curioso algo que anuncian al principio de la película, junto al nombre de los actores y el título de la propia película: "La presentación cinematográfica del niño Jorge Sanz", por delante de "Y la colaboración de Agustín González". Me resulta curioso porque no he visto en otras películas ese bombo y platillo para anunciar la participación de un niño actor, aunque tal vez sí y a mí se me haya pasado, y sin embargo en este caso no, porque siempre me ha caído bien Jorge Sanz. En un principio parece que va a interpretar el papel típico de gamberrete, luego le vamos cogiendo cariño y se adapta a las escenas entre López Vázquez y Birkin con gracia y soltura, pese a que sea su primera película.

     Amelia (Amelia de la Torre): hermana de Agustín. Parece una mujer sacada del museo de cera. Egoísta, intenta manejar a su hermano como quiere. Gran actriz que redondea la película suponiendo para Don Agustín un corsé moral rígido que se tendrá que ir quitando poco a poco.
     
     Vecino de abajo de Inés (Agustín González): No sería uno de los personajes principales si analizamos la película objetivamente, pero como es un actor al que le he tenido siempre cariño lo incluyo en el elenco de principales. Qué vamos a decir de este actor, pues que es creíble que es lo  más importante, sobre todo cuando se enfada porque le han caído las braguitas de la vecina a su tendedero del patio de vecinos. 

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          Alguna vez escuché que a López Vázquez lo quería contratar George Cukor para llevárselo a Hollywood, y no me extraña. Los primeros minutos de la película nos parecen llevar al mundillo ese del destape y del guión fácil, todo como muy evidente. Nada que ver. Se nota la mano de Rafael Azcona como coguionista junto a Pedro Masó, que es el director.

          Aparte de la trama de la propia película, me ha pasado con ésta como tantas de esos años de los 70/80 españoles: me encanta ver Madrid de esos años, cómo va vestida le gente, los coches. Hay una escena que nos enseña a unos chicos jugando al fútbol en el patio, parece un partido de cincuenta contra cincuenta, que es como han sido siempre los partidillos en el colegio, una multitud de chavales detrás de una pelota. Tiene un color nostálgico. Aunque ahora que lo pienso toda la película está bañada en un color amarillento y nostálgico, con esa música que se mueve entre un inocente erotismo y una tristeza crepuscular.

          La película es una consecución de acertadas escenas de humor, con toques sentimentales (el niño se va encariñando poco a poco de don Agustín) y el erotismo, muy elegante, de la belleza huidiza y arrolladora de Jane Birkin.
          No sabría elegir una escena: cuando pilla don Agustín a Paquito fumando en el baño y escribiendo en la pared con un rotulador negro, que luego borra con la escobilla; cuando va a buscar don Agustín a Inés a la tienda, para hablar con ella, y justo en ese momento hay una mujer cambiándose de camisa (la cara de López Vázquez es un delirio); las escenas de los hermanos Agustín y Amelia, en el Bingo, en la casa, en la marisquería; tienen algo de verdad y a la vez algo teatral muy atrayente.
          Y para no desvelar nada, diré que me parece un final muy bien elegido. No puedo saber si tardaron mucho o poco en decidir el desenlace, pero considero que es un trabajo de guión acertado, fino, lejos de lo que llaman los sabelotodos "españolada". No me lo esperaba, y sí quiero apuntar que los primeros planos de Jane Birkin en ese final son literatura, pasión, es ver algo hermosísimo que se escapa de las manos.

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