"Tenemos todos la culpa" es la frase favorita de la Banca Todopoderosa. Esta frase junto con un nutrido grupo de palabras con el que diariamente nos marean la perdiz o la zanahoria delante de nuestras narices, es, digámoslo claro la prueba de que nos están tratando como si fuéramos niños o gilipollas.
Prefiero lo segundo, porque a los niños no se les miente, o mejor dicho, no se les miente tan burdamente como lo hacen con nosotros los políticos, dirigentes de la banca y otros personajes de traje y rapiña.
Es acojonante cómo se les pone los pelos de punta de la emoción a distintos economistas en los medios de comunicación alabando el euro y lo mal, fatal, que estaríamos sin él. Pero no dicen todo. No dicen que sin el euro mucha gente no podría vivir del cuento. Si no recuerdo mal, donde un botellín de cerveza costaba cien pesetas con la peseta, subió por obra y gracia de mangantes y aprovechados a ciento sesenta y seis pesetas y pico con el euro. Como esto, lo demás. (No sé quién tiene la culpa si el distribuidor, la subida de gasolina y por ello el transporte, el que lo pone en el bar; que en esto no hay acuerdo)
Pero la fábula más extendida es la de los pisos, y la murga de la BT a los currantes: "No haberte comprado un piso, si no lo podías pagar después". Y tienen toda la razón del mundo, mirad como asiento. Pero lo mismo se le podía decir a la BT: "No haberte podrido jugándotela con la especulación para ganar más y más y más". Así que hay rescate de mamá estado para la gente que tiene ahorros honrados en tal o cual banco / caja, NO PARA SUELDAZOS NI JUBILACIONES VERGONZOSAS, para los que de verdad han destrozado la economía, comparados proporcionalmente con los que compraron UN PISO. Porque, que yo sepa, salvo en Cataluña con un caso, el que no puede seguir pagando piso, se lo quitan.
Pero esperad... no escucháis algo... son risas, son las carcajadas de los miembros de la BT, como diciendo: "Qué pardillo, leche, la BT es intocable porque hay gente de ___________ y de _____________ dentro de ella" (cada uno que ponga lo que quiera aquí. Rellene a su gusto, sólo hay que saber leer y abrir los periódicos).
Vemos todos los días titulares que habrían de sonrojar a políticos y a la BT. Verbigracia: Aeropuerto sin aviones, AVES sin utilizar, Banquero X cobrando __________________ por jubilación...
Una casa no es un collar de perlas. Si alguien todavía respeta ese papel que se llama Constitución, y lo ha leído, ahí pone que todo español tiene derecho a una casa digna grosso modo. No 40 millones por un cuchitril.
Claro. esto es como la Alta Cocina, con algunos adornos es el no va más: a saber, términos radiados, televisados... liberal económico (todo lo contrario a lo que significaba liberal hace doscientos años), confianza, mercado global... y otro tipo de aliños para ensaladas caducadas.
Pero cuidado, esto es subjetivo. No tengo ni idea de economía. Aunque creo que los que hacen números desde arriba (los gerifaltes, vamos), saben de eso, de números, no de la vida cotidiana de los amos y amas de casa. Y es que los amos del mundo no son amos de casa.
Por cierto, a los que nos tratan como gilipollas: que intentéis engañarnos, vale para el tonto que se lo cree. Pero que os engañéis a vosotros mismos os debería dar vergüenza, menudo mundo les dejáis a los hijos, de los hijos, de los hijos, de...
miércoles, 30 de mayo de 2012
lunes, 28 de mayo de 2012
LA NOCHE EN NEGRO
taberna Amboades
Toledo, 25 de mayo de 2012
LA NOCHE EN NEGRO
A la hora en que la luz es expulsada por la sombra,
y el sol firma su sentencia en fuego allá en el último resplandor,
a la hora en que cierran las puertas de puerta Bisagra,
y la luna inaugura la noche de los tiempos,
a la hora en que el águila bicéfala yergue sus cuellos en el blasón
sin meter la cabeza debajo el ala,
a la hora en que el judío toma la judería,
y riega la callejuela con un rumor imperceptible de pasos,
el árabe se asoma al minarete,
y recuerda una palabras en un idioma lejano pero familiar.
A la hora en que el cristiano
apoya el tahalí de cuero en un rincón de la taberna,
y deja la espada durmiendo su venganza...
a esa hora...tomaron la noche en negro,
murallas adentro,
el vino y su veneno dulce y amargo,
la pintura y su verdad atrapada en el disfraz de la mentira,
la música y su viaje de huida, de encuentro, de evocación,
y las letras, en el idioma en que Cervantes soñó con el sueño del Hidalgo
en una prisión allá en el Sur.
Gracias a Miguel Ángel, Valentin, El Greco , Goya, Alberti, Velázquez , Palestrina y todos los que de un modo u otro conjuramos LA NOCHE EN NEGRO.
Toledo, 25 de mayo de 2012
LA NOCHE EN NEGRO
A la hora en que la luz es expulsada por la sombra,
y el sol firma su sentencia en fuego allá en el último resplandor,
a la hora en que cierran las puertas de puerta Bisagra,
y la luna inaugura la noche de los tiempos,
a la hora en que el águila bicéfala yergue sus cuellos en el blasón
sin meter la cabeza debajo el ala,
a la hora en que el judío toma la judería,
y riega la callejuela con un rumor imperceptible de pasos,
el árabe se asoma al minarete,
y recuerda una palabras en un idioma lejano pero familiar.
A la hora en que el cristiano
apoya el tahalí de cuero en un rincón de la taberna,
y deja la espada durmiendo su venganza...
a esa hora...tomaron la noche en negro,
murallas adentro,
el vino y su veneno dulce y amargo,
la pintura y su verdad atrapada en el disfraz de la mentira,
la música y su viaje de huida, de encuentro, de evocación,
y las letras, en el idioma en que Cervantes soñó con el sueño del Hidalgo
en una prisión allá en el Sur.
Gracias a Miguel Ángel, Valentin, El Greco , Goya, Alberti, Velázquez , Palestrina y todos los que de un modo u otro conjuramos LA NOCHE EN NEGRO.
miércoles, 16 de mayo de 2012
ESCLAVOS DE PELOTAS
Hemos llegado a la hemoglobina de la saturación. Esto no hay quien lo aguante.
Empezando por el domingo: todas las radios violan la tranquilidad del coche, el día previo a la vuelta al trabajo semanal. Descontando radio clásica, radio 3 y alguna radio musical, todas las demás son un revoltijo de frases hechas, heroísmos de cartón piedra y mucho negocio al habla y, sí, también subterráneo, como las ratas.
Es mejor ver a "tu" equipo o levantarte a las 6 de la mañana a seguir al simpático Fernando Alonso que saber qué pasa en la vida. Y no me refiero a leerte el Financial Times, ni siquiera el País. Es otra cosa. Otra cosa que si no sabes cuál es, tú, sí tú también, eres esclavo de pelotas.
Viendo a los jugadores del Real Madrid en la fuente de la diosa Cibeles me recordaban más a cualquier cosa que a un equipo de fútbol. Se parecían más a un grupo de jóvenes que se van de vacaciones a Punta Cana, y cuando llegan allí se creen los "putos amos". También era curioso ver la plataforma a poca altura del suelo que montaron en el Bernabeu, parecían desconocerse entre ellos, como cuando entras en la discoteca veraniega y la euforia te hace sentir amigo de todo el mundo. Gran engaño.
El Barça no es distinto. Sí en el exterior, las formas. Pero la filosofía es la misma. Con su Masía y todo. El Madrid se cree la hostia porque es el Madrid, ya está. Y el Barça tiene el componente glamouroso nacionalista. Todo el que va cae en la red. Pero por favor, perdónennos, cómo va a leer un libro de Historia un jugador de fútbol (que me perdonen todos aquellos futbolistas de primera división que sepan quien es Ramiro II de Aragón). Todos caen en el mismo camelo.
Luego están el Atleti, el Valencia, el Zaragoza... equipos que quieren ser grandes, ricos, excesivos. Quieren ser como el Madrid y el Barça, y no se dan cuenta de que lo único que tienen que merezca la pena, es precisamente aquello de lo que carecen esos "dos grandes clubes". Lo mejor que tienen es la pasión y el espíritu que no se pudieron, ni se pueden, ni podrán comprar con dinero. Pero luego resulta patético esa envidia infantil al Madrid (sobre todo al Madrid) y al Barça. Decía Séneca que la crueldad nace de la debilidad. Pues eso.
Tal vez la excepción es el Athletic de Bilbao. Jugadores de allí. Quizá no estaría mal que a todos los clubes se les exigiera que un porcentaje mínimo de su plantilla hubiese crecido en su cantera. Un mínimo de amor al equipo se garantizaría, aunque no nazcan en el lugar, cosa secundaria. Pero sí haberse criado en un lugar, jugando al fútbol, para luego defender esos colores, y no los de los billetes.
El fútbol, como deporte es muy divertido, casi de lo que más de todo lo que existe para entretenerte. Pero el fútbol de las teles, las radios... circo romano hoy. Y mañana no habrá ni ruinas venerables.
Empezando por el domingo: todas las radios violan la tranquilidad del coche, el día previo a la vuelta al trabajo semanal. Descontando radio clásica, radio 3 y alguna radio musical, todas las demás son un revoltijo de frases hechas, heroísmos de cartón piedra y mucho negocio al habla y, sí, también subterráneo, como las ratas.
Es mejor ver a "tu" equipo o levantarte a las 6 de la mañana a seguir al simpático Fernando Alonso que saber qué pasa en la vida. Y no me refiero a leerte el Financial Times, ni siquiera el País. Es otra cosa. Otra cosa que si no sabes cuál es, tú, sí tú también, eres esclavo de pelotas.
Viendo a los jugadores del Real Madrid en la fuente de la diosa Cibeles me recordaban más a cualquier cosa que a un equipo de fútbol. Se parecían más a un grupo de jóvenes que se van de vacaciones a Punta Cana, y cuando llegan allí se creen los "putos amos". También era curioso ver la plataforma a poca altura del suelo que montaron en el Bernabeu, parecían desconocerse entre ellos, como cuando entras en la discoteca veraniega y la euforia te hace sentir amigo de todo el mundo. Gran engaño.
El Barça no es distinto. Sí en el exterior, las formas. Pero la filosofía es la misma. Con su Masía y todo. El Madrid se cree la hostia porque es el Madrid, ya está. Y el Barça tiene el componente glamouroso nacionalista. Todo el que va cae en la red. Pero por favor, perdónennos, cómo va a leer un libro de Historia un jugador de fútbol (que me perdonen todos aquellos futbolistas de primera división que sepan quien es Ramiro II de Aragón). Todos caen en el mismo camelo.
Luego están el Atleti, el Valencia, el Zaragoza... equipos que quieren ser grandes, ricos, excesivos. Quieren ser como el Madrid y el Barça, y no se dan cuenta de que lo único que tienen que merezca la pena, es precisamente aquello de lo que carecen esos "dos grandes clubes". Lo mejor que tienen es la pasión y el espíritu que no se pudieron, ni se pueden, ni podrán comprar con dinero. Pero luego resulta patético esa envidia infantil al Madrid (sobre todo al Madrid) y al Barça. Decía Séneca que la crueldad nace de la debilidad. Pues eso.
Tal vez la excepción es el Athletic de Bilbao. Jugadores de allí. Quizá no estaría mal que a todos los clubes se les exigiera que un porcentaje mínimo de su plantilla hubiese crecido en su cantera. Un mínimo de amor al equipo se garantizaría, aunque no nazcan en el lugar, cosa secundaria. Pero sí haberse criado en un lugar, jugando al fútbol, para luego defender esos colores, y no los de los billetes.
El fútbol, como deporte es muy divertido, casi de lo que más de todo lo que existe para entretenerte. Pero el fútbol de las teles, las radios... circo romano hoy. Y mañana no habrá ni ruinas venerables.
lunes, 7 de mayo de 2012
película 01 EL TURISTA ACCIDENTAL
Las únicas sonrisas que se le abrieron en el pecho al
protagonista son las que le proporciona la compañía de Muriel (Geena Davis), la
extraña mujer.
El turista accidental somos todos; la vida es viaje y muchas
de las cosas que nos pasan, pasan y ya está, no hay que darle más vueltas. Eso
debió pensar el protagonista cuando se descubrió a sí mismo sonriendo al espiar
a Muriel cantando, mientras ella
lavaba los platos, como si no existiese nada más que esa canción y aquel rincón
íntimo y cotidiano, como metáfora absoluta de la felicidad de andar por casa.
No es recomendable ver esta película con sueño a eso de las
tres de la tarde, no porque sea mala, sino por la lentitud. Pero esa lentitud
es natural y llena de matices en cada escena gracias a que el ritmo lo saben
mantener los actores, que sin ser los archiconocidos americanos, saben hacer su
trabajo con solvencia y en algunos casos brillantez.
El primero al que hay que aplaudir es a Edward, el perrete.
Parece tranquilo pero luego se la va la pinza y empieza a hacer de las suyas.
Gracias a eso Muriel se irá acercando más a Macon, pues ella es amaestradora de
perros y la contrata para que le enseñe algo de civilización a Edward.
Macon (William Hurt) hace una gran papel. Difícil, no porque tenga que saltar de un coche en marcha, o porque tenga que hacer puenting ( o su doble), no, nada de eso hay aquí. Hace un buen papel porque mantiene una coherencia en toda la película. Y es su cara, aparentemente sin mudar en toda la película la que nos gana. Lo entenderá el que llegue hasta el final.
En cuanto a los personajes secundarios, tengo que decir algo en general de los actores secundarios. Que los mejores son los que no desentonan. Y preguntará alguna persona insatisfecha con esta afirmación ¿y ya está? Sí. Y es lo más complicado para cualquier actor: no desentonar.
Si lo pudiéramos comparar con la vida en un barco de guerra, por ejemplo, las reglas serían estas:
el actor principal es como el capitán del barco, es el puesto de mayor responsabilidad, y no se puede arrugar cuando vienen las cosas mal. Sea en forma de enemigo armado hasta los dientes, en cuyo caso no podrá agacharse y deberá andar estirado en el alcázar de popa; sea en forma de oleaje o temporal, donde tampoco podrá irse a la bodega del barco a llorar en un rincón entre barriles.
El actor secundario sería como ese marinero que puede holgazanear durante mucho tiempo, pero que cuando el contramaestre truena ¡Al abordaje!, se lanza al barco enemigo como si fuese su último abordaje.
Y aquí los actores secundarios esperan bien la ola, por seguir en el mar, y cuando llega saltan bien y no les tira apara atrás, saben escapar hacia delante sin que los voltee.
En cuanto a los personajes secundarios, tengo que decir algo en general de los actores secundarios. Que los mejores son los que no desentonan. Y preguntará alguna persona insatisfecha con esta afirmación ¿y ya está? Sí. Y es lo más complicado para cualquier actor: no desentonar.
Si lo pudiéramos comparar con la vida en un barco de guerra, por ejemplo, las reglas serían estas:
el actor principal es como el capitán del barco, es el puesto de mayor responsabilidad, y no se puede arrugar cuando vienen las cosas mal. Sea en forma de enemigo armado hasta los dientes, en cuyo caso no podrá agacharse y deberá andar estirado en el alcázar de popa; sea en forma de oleaje o temporal, donde tampoco podrá irse a la bodega del barco a llorar en un rincón entre barriles.
El actor secundario sería como ese marinero que puede holgazanear durante mucho tiempo, pero que cuando el contramaestre truena ¡Al abordaje!, se lanza al barco enemigo como si fuese su último abordaje.
Y aquí los actores secundarios esperan bien la ola, por seguir en el mar, y cuando llega saltan bien y no les tira apara atrás, saben escapar hacia delante sin que los voltee.
Luego, practicamente durante toda la peli, todo es enredo y caos (sin tiros ni silicona), para un hombre que se había convertido en autómata, destemplado, que una mañana
se encuentra de frente con la lucidez. Es curioso porque esos momentos son
únicos y aislados. Ni vuelven ni se recuerdan tal cual. Es como si a alguien
distinto a nosotros le hubiera pasado.
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